El software de código abierto (open source) se ha convertido en una pieza fundamental en la tecnología moderna, utilizada tanto por desarrolladores individuales como por grandes corporaciones.
En un mundo donde los datos son el recurso más valioso, protegerlos no es opcional, sino una necesidad crítica.
En un mundo cada vez más digitalizado, las pequeñas empresas han surgido como objetivos principales para los ciberdelincuentes.